SI HABLAR ES LA MUERTE, NO ES HABLAR
Si la moneda acuña su cruz en la mano señalando derrota
y sueña el malandrín con la suerte de la esfinge
en el retrato que dictaminó como prisionera del bolsillo…
Si la tarde compañera del murmullo que muda la piel
te unta la mirada de juegos horadando los dos reales
del abuelo; maneja el revólver de tu voz con sus cinco
balas de plata, menos una.
Si detengo la burbuja del olvido que respiras
y desde el fondo del pozo surge el eco,
espera que la lluvia ahogue tu desnivel de tristeza
en el brocal de piedra que te circunda el pecho.
Si hablar es la muerte,
no hay terceto en la representación del adiós
y entonces nadie llora de rodillas en la esquina sombría
del cuarto oscuro, allí donde el amor te expulsó.
Y no me vendan la elegancia del barrio
donde chocaron nuestros huesos, que deletrear puedo
con diferente acento vuestro nombre propio
con pulso firme y los ojos cerrados.
Si hablar pudiera el muerto,
párvulo ignorante se declarase el mono
y las muecas de tres calaveras mintiendo en silencio,
reirán por el chiste recién descubierto.
Del Poemario “LA MÁQUINA DEL TIEMPO”
de Carlos Fernández del Ganso
Traducción: Esther Núñez Roma
IF TALKING IS DEATH, IT IS NOT TALKING
If the coin mints its tails in the hand, noting defeat
and the malignant dreams of the fate of the sphinx
in the portrait that it ruled as a prisoner of the pocket ...
If the evening companion of the murmur that sheds the skin
bribes you the gaze of games perforating the two real
of grandpa; handle the revolver of your voice with its five
silver bullets, except one.
If I stop the bubble of oblivion that you breathe
and from the bottom of the well comes the echo,
wait for the rain to drown your slope of sadness
on the stone curb that surrounds your chest.
If talking is death
there is not tercet in the representation of farewell
and then no one cries on their knees in the shady corner
from the dark room, where love expelled you.
And don't sell me the elegance of the neighbourhood
where our bones collided, that I can spell
your own name with a different accent
with a firm pulse and closed eyes.
If the cadaver could speak,
ignorant toddler declares itself the monkey
and the grimaces of three skulls lying silently,
they will laugh at the newly discovered joke.
From de Poemary "THE TIME MACHINE"
by Carlos Fernández del Ganso
Translation: Esther Núñez Roma