DEPRESIÓN Y CÁNCER Y IV
Nos confirman los datos estadísticos que la depresión severa duplica el riesgo de mortalidad en enfermos de cáncer, debido fundamentalmente al incumplimiento del tratamiento médico por parte del paciente. Otros estudios de evaluación muestran que la prevalencia de trastornos psíquicos en oncología es similar al de la población general, con la excepción de la depresión, que es significativamente mayor.
DEPRESIÓN Y CÁNCER - III
El clínico debe preguntarse: ¿la depresión puede actuar sobre el sistema inmunitario antes de manifestarse el proceso neoplásico? o ¿nada tienen que ver ambas entidades y son paradigma de enfermedad orgánica la una y psíquica la otra?. Y una vez iniciado el proceso canceroso ¿podrá intervenir el psiquismo sobre los genes supresores para detenerlo?, ¿Influirá el estado anímico, por ejemplo el amor propio, a través de los mecanismos psíquicos en el funcionamiento del sistema inmune? Y aún nos preguntamos más ¿Intervendrá la ideología del sistema sanitario en la trama de invasión tumoral y la capacidad de generar respuesta inmune? ¿Se puede considerar el sistema inmune como mecanismo de defensa normal en el organismo y el cáncer como un fracaso patológico, así como se considera el duelo como una elaboración necesaria, saludable y la melancolía como una grave enfermedad?
DEPRESIÓN Y CÁNCER - II
Continuemos la oncogénesis para poder pensar la implicación del sistema inmune y la depresión presente como una ecuación, en el mecanismo etiopatogénico del proceso de enfermar del cáncer.
La replicación del ADN, ocurre en la fase S, síntesis del ciclo celular. Cada cromosoma es copiado con alta fidelidad en un proceso que involucra un gran número de enzimas. En este proceso el ADN de doble cadena es desenrollado y cada cadena individual es usada como una plantilla para la producción de la cadena complementaria. El resultado final es la producción de dos copias idénticas del material genético.
DEPRESIÓN Y CÁNCER - I
“Ya voy a ser vencido. Lo sé.
Contra la noche saturada de estrellas nada puede mi cólera”
Germán Pardo García
No hay nada que no esté estructurado por las leyes del lenguaje.
Es en la segunda mitad del siglo XX, cuando las técnicas de biología molecular permiten examinar directamente el DNA y las alteraciones en la replicación del mismo. Alteraciones que suceden con mucha frecuencia, a modo de lapsus, equivocaciones en la lectura y escritura de los cromosomas replicados. En condiciones normales, las células hijas que portan un material genético alterado y mutado son retiradas de la circulación y destruidas por el sistema inmunitario. Sin embargo hay situaciones donde este sistema de defensa no funciona adecuadamente.